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FLAG WARE
from Revolution to Republic de Revolución a República Exhibition Feb. 24th 2015 - Aug. 1st, 2016 |
Thank you to Consul General of Mexico in Oxnard Berenice Diaz Ceballos for her visit and presentation on the history of the Mexican flag and its cultural significance. And Special Thanks to Richard Lambert of SB Tamales-to-Go for donating tamales for the opening reception, to the local business for donating raffle prizes (El Torito Restaurant, Cajun Kitchen, Ablitt's Fine Cleaning, Tino's Italian Grocery, and Paradise Cafe), and to the excellent group of volunteers. ¡Gracias!
BANDERA WARE: from Revolution to Republic
Deep in the state of Jalisco lie two neighboring cities of earthenware fame: Tonalá and San Pedro Tlaquepaque. With abundant sources of rich clay, generations of potters have given artistic expression and perfected finishing techniques to create bandera ware found only in this region. First appearing in the 1920’s, bandera ware pottery was crafted to represent the colors and symbols of the Mexican flag. In this period, young intellectuals and artists felt inspired by the Revolution, looking ahead to a stable and modern Republic, while giving respect and recognition to the history of the country. The popular arts of this part of Jalisco were known to artists like Diego Rivera, Dr. Atl, Roberto Montenegro, and the ideas of Jose Vasconcelos, which created a local demand for the pottery. In 1921 the Mexican government formed a series of events to promote popular art as a national art, which also served to build tourism as a source of income for the country. The 1920s-1950s was a period of great ceramic pottery production in Tonalá and Tlaquepaque. The two villages were not only close in geographic proximity, but also shared potters, techniques and designs. Well-known potters of the region come from the Galván, Lucano, and Jimón families, creating bandera ware as well as other styles of Jalisco ceramics. However, as pieces were meant for utilitarian purposes, they were rarely signed making exact identification difficult. Sometimes called “red ware”, “cinnamon”, “flag ware” or general “tourist pottery”, bandera ware is made by first coating the clay with a red engobe. After firing, designs are painted in white and accented with green aniline dye. Bandera ware's luster comes from two different sources: some pieces may be rubbed with animal grease before firing, while some artisans paint the pieces twice with red engobe. At its height of popularity in the 1950s, the red clay pieces were decorated with many thick white brush strokes, depicting full-bodied animals in abundant waters and grasses, like those found in nature. The green accent line courses through the middle, giving depth to the scene, life and dimension. Pieces from the 1920s-1930s were generally less ornate, using fewer brushstrokes and deeper colors. The clay is thick and sometimes irregular, shaped by hand and abstract in design. Tlaquepaque bandera ware is often painted with creamy white flowers and leaves, or blues, dark greens and blacks in geometric designs. However, the variety of decorative styles depends on the specialized tendencies of each potters’ workshop. Today the Tonalá style of bandera ware burnished ceramics utilizes fine brush strokes, bright whites, greens and greyish blues making a departure from the natural greens and creams of previous decades. Yet the animals remain the same: canary, grackle, duck, swan, heron, deer, dog, feline, rabbit and eagle. Smaller plates depict drawings of a deeper nature, the spiral representing an infinity spiral or caracol (snail), constellations, tree of universal life, and images of corn, the important crop throughout Mexican and indigenous history. |
BARRO BANDERA: de Revolución a República
Dentro el estado de Jalisco se encuentran dos ciudades vecinas famosas por su alfarería: Tonalá y San Pedro Tlaquepaque. Con una abundancia de barro fino, generaciones de alfareros han expresados su arte y técnica perfeccionada de vidriado en la creación de ‘barro bandera’ solo encontrado en esta región. La artesanía de barro bandera inicia en los 1920. Barro bandera fue creado para representar los colores y símbolos de la bandera de México. En este época los jóvenes intelectuales y artistas fue inspirados por la Revolución, con la mirada hacia el futuro con una República estable y moderna, y a la vez dando respecto y el reconocimiento a la historia del país. Los artes populares de este parte de Jalisco fueron conocidos entre el circulo de artistas famosas como Diego Rivera, Dr. Atl, Roberto Montenegro y las ideas de José Vasconcelos, formando una demanda local para su alfarería. En 1921 el gobierno mexicano formaba una serie de eventos promocionando el arte popular como un arte nacional, cual funcionó para construir una industria de turismo y generar ingresos para todo el país. Entre los 1920 y 1950 fue un gran periodo de producción de alfarería en Tonalá y Tlaquepaque. Los dos pueblos (en esos días fueron mas pequeños) no eran solamente próximos en distancia, sino también compartían alfareros, técnica y diseños. Alfareros bien conocidos de la región pertenecían a las familias Galván, Lucano y Jimón, creando barro bandera entre otro estilos de cerámica jalisciense. Pero como las piezas fueron destinados para uso cotidiano, casi ninguno tiene firma artística. Entonces hoy en día es difícil diferenciar cual pieza pertenece a cual familia de artistas. A veces llamado "loza roja", "canela" o generalmente "cerámica turística", la produción de barro bandera se obtiene primero recubriendo la arcilla con un engobe rojo. Después de la cocción, se van pintando las imagenes en blanco, acentuados con colorante de anilina verde. El brillo de barro bandera se obtiene a través de dos tecnicas diferentes: algunas piezas pueden ser bruñidas con grasa animal antes de la cocción, mientras que algunos artesanos pintan las piezas dos veces con engobe rojo. En su máxima popularidad en la década de 1950, las piezas de arcilla roja o barro bandera estaban decoradas con gruesas pinceladas blancas, representando animales juntos a elementos del paisaje como lagos y vegetaciones, así como se encuentran en la naturaleza. Las pinceladas verdes por el centro daban profundidad a la escena, añadiendo vida y dimensión. Piezas de las décadas de 1920 y 1930 en general resultaban menos adornadas, realizadas con menos pinceladas, utilizando colores más profundos. La pieza de barro es gruesa y a veces irregular, trabajada a mano y abstracto en el diseño. Barro bandera de Tlaquepaque se pintó a menudo con flores y hojas de color blanco cremoso, o azules, verdes oscuros y negros en diseños geométricos. Sin embargo, la variedad de estilos decorativos depende de las tendencias especializadas del taller de cada alfarero. Hoy en día el estilo barro bandera de Tonalá de las cerámicas bruñidas utiliza pinceladas finas, blancos brillantes, verdes y azules grisáceos que destacan de los verdes naturales y cremas de las décadas anteriores. Pero los animales siguen siendo los mismos: canarios, pajaros, patos, cisnes, garzas, ciervos, perros, felinos, conejos y águilas. Los objetos pequeños muestran imagenes de carácter más profundo: la espiral que representa un recorrido infinito o caracol, constelaciones, árbol de la vida universal, y las imágenes de maíz, el cultivo fundamental en toda la historia méxicana y indígena. |