IDYLLIC DREAMS ON AMATE
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AMATE BARK PAINTING
Amate bark painting is a Mexican folk art developed in the State of Puebla, but today it is practiced mainly in the state of Guerrero. The process involves both the creation of the bark paper and its painting, which is often done to depict brightly colored scenes of everyday life, the history of nature. The paintings on amate paper are true historical records of daily life, as are beautiful scenes that represent the daily life of the locals, such as the harvest, parties, weddings, religious customs and wildlife of the Nahua communities of Alto Balsas in the state of Guerrero. In San Pablito, Puebla, communities with Otomi ancestry continue to practice the manufacture of amate paper which is an ancient tradition, and produce cut figures called nahuales (demons and spirits) used in ceremonies. They also represent part of the family and local economy. THE UNIVERSE ON AMATE PAPER Amate: amate {á-mate} from the Nahuatl language: āmatl is a type of vegetable bark paper of artisan manufacture that has been used in Mesoamerica since pre-Hispanic times. It was mainly used to create codices. It is obtained from the white and red jonotes (Gicus cotinifolia and Ficua padifolia, respectively), whose barks are flattened and cooked in water and lime. The result is a fibrous sheet of colors ranging from dark brown to straw yellow. It is a material similar to barkcloths made by the native peoples of the South Pacific islands. During the pre-Hispanic era and at the beginning of the viceroyalty, this paper was made with the internal price of other trees, such as the morus. Its first uses have been located in the Middle Preclassic, at the beginning of the millennium before the Christian era. Likewise, some iconographic representations, such as the figure dressed in earmuffs in Monument 52 of San Lorenzo (southeast of Veracruz, Mexico), account for its use. Amate paper was not only used in the elaboration of codices (the Techialoyan codices), but also in offerings. |
PINTURA DE CORTEZA AMATE
La pintura de corteza de amate es un arte popular mexicano desarrollado en el estado de Puebla, perohoy en día se practica principalmente en el estado de Guerrero. El proceso implica tanto la creación del papel de corteza como su pintura, lo que a menudo se hace para representar escenas de colores brillantes de la vida cotidiana, la historia de la naturaleza.
Las pinturas en papel amate constituyen verdaderos registros históricos de la vida cotidiana, como lo son hermosas escenas que representan la vida cotidiana de los lugareños, como la cosecha, las fiestas, las bodas, las costumbres religiosas y la vida silvestre de las comunidades nahuas del del Alto Balsas en el estado de Guerrero. En San Pablito, Puebla, comunidades con ascendencia otomí continúan practicando la fabricación de papel amate que es una antigua tradición, y producen figuras cortadas llamadas nahuales (demonios y espíritus) utilizados en ceremonias. Además representan parte de la economía familiar y local.
EL UNIVERSO EN PAPEL AMATE
Amate: amate {á-mate} de la lengua náhuatl: āmatl es un tipo de papel de corteza vegetal de manufactura artesana que se emplea en Mesoamérica desde la época prehispánica. Se utilizaba principalmente para crear códices.
Se obtiene de los jonotes blanco y rojo (Gicus cotinifolia y Ficua padifolia, respectivamente), cuyas cortezas se aplastan y cuecen en agua y cal. El resultado es una lámina fibrosa de colores que van desde el marrón oscuro al amarillo paja.
Es un material parecido a las telas de corteza o barkcloths elaboradas por los pueblos autóctonos de las islas del Pacífico sur. Durante la época prehispánica y al principio del virreinato, este papel se elaboraba con la corteza interna de otros árboles, como el morus.
Sus primeros usos se han ubicado en la lejanía del Preclásico Medio, a pricipios del milenio antes de la era cristiana.
Asimismo, algunas representaciones iconográficas, como el personaje ataviado con orejeras del Monumento 52 de San Lorenzo (sureste de Veracruz, México), dan cuenta de su empleo. El papel amate no solamente se utilizó en la elaboración de codices (los codices Techialoyan), sino también en ofrendas.
La pintura de corteza de amate es un arte popular mexicano desarrollado en el estado de Puebla, perohoy en día se practica principalmente en el estado de Guerrero. El proceso implica tanto la creación del papel de corteza como su pintura, lo que a menudo se hace para representar escenas de colores brillantes de la vida cotidiana, la historia de la naturaleza.
Las pinturas en papel amate constituyen verdaderos registros históricos de la vida cotidiana, como lo son hermosas escenas que representan la vida cotidiana de los lugareños, como la cosecha, las fiestas, las bodas, las costumbres religiosas y la vida silvestre de las comunidades nahuas del del Alto Balsas en el estado de Guerrero. En San Pablito, Puebla, comunidades con ascendencia otomí continúan practicando la fabricación de papel amate que es una antigua tradición, y producen figuras cortadas llamadas nahuales (demonios y espíritus) utilizados en ceremonias. Además representan parte de la economía familiar y local.
EL UNIVERSO EN PAPEL AMATE
Amate: amate {á-mate} de la lengua náhuatl: āmatl es un tipo de papel de corteza vegetal de manufactura artesana que se emplea en Mesoamérica desde la época prehispánica. Se utilizaba principalmente para crear códices.
Se obtiene de los jonotes blanco y rojo (Gicus cotinifolia y Ficua padifolia, respectivamente), cuyas cortezas se aplastan y cuecen en agua y cal. El resultado es una lámina fibrosa de colores que van desde el marrón oscuro al amarillo paja.
Es un material parecido a las telas de corteza o barkcloths elaboradas por los pueblos autóctonos de las islas del Pacífico sur. Durante la época prehispánica y al principio del virreinato, este papel se elaboraba con la corteza interna de otros árboles, como el morus.
Sus primeros usos se han ubicado en la lejanía del Preclásico Medio, a pricipios del milenio antes de la era cristiana.
Asimismo, algunas representaciones iconográficas, como el personaje ataviado con orejeras del Monumento 52 de San Lorenzo (sureste de Veracruz, México), dan cuenta de su empleo. El papel amate no solamente se utilizó en la elaboración de codices (los codices Techialoyan), sino también en ofrendas.